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Azcapotzalco, C.P.02460, CDMX.
En el mundo de la seguridad contra incendios, no hay mejor maestro que el fuego real. Las demostraciones en campo se han convertido en una herramienta indispensable para formar brigadas, técnicos y especialistas. No se trata solo de conocer un equipo, sino de vivir su funcionamiento en condiciones controladas, bajo presión, y con todos los factores que implican una emergencia real.
Durante el Dealers & Partners Meeting 2025, se llevaron a cabo varias pruebas en campo que marcaron la diferencia para los asistentes. Estas experiencias permiten que los usuarios comprendan las capacidades reales del equipo, su alcance, consumo de recursos, y maniobrabilidad en terreno. Se crea así una conexión más profunda con la herramienta: se pierde el miedo a usarla, se entienden sus ventajas y limitaciones, y se gana confianza.
Una demostración memorable fue la de la bomba Tohatsu VE1500, que alimentó líneas de mangueras conectadas a boquillas especializadas como la Viper Attack. Se realizaron pruebas de presión y alcance que ayudaron a los asistentes a visualizar cómo se comportan estos equipos bajo carga real.
Ver el equipo funcionando es muy distinto a leer su ficha técnica. Por ejemplo, saber que una bomba puede mover cierto volumen de agua es útil; pero ver cómo lo hace, cuánto tarda en arrancar, cómo se conecta a una línea de mangueras o cómo responde al cambiar el patrón de boquilla, ofrece un nivel de comprensión superior.
Las demostraciones no solo capacitan; también ayudan a tomar decisiones informadas. Para quienes gestionan compras o integran nuevas soluciones a sus brigadas, ver en vivo el rendimiento de los equipos puede ser decisivo.
Además, para los operativos, estas sesiones fortalecen el criterio. ¿Qué equipo usar en qué situación? ¿Qué manguera ofrece mejor flexibilidad para cierto terreno? ¿Cuál es la presión ideal para una línea de ataque directo? Son respuestas que solo surgen con práctica.
La formación presencial con fuego real activa todos los sentidos: el sonido de una bomba trabajando, el peso de una mochila con espuma, la sensación del calor en el cuerpo. Este tipo de aprendizaje es más difícil de olvidar, y en una emergencia, esa memoria puede salvar vidas.
Las demostraciones en campo no son un extra; son un elemento esencial de la capacitación contra incendios. Permiten poner a prueba no solo al equipo, sino también al personal. Porque en una emergencia, no hay espacio para la improvisación: la seguridad empieza con preparación real.